PIÑONES CHINOS

Semillas de la planta Pinus koraiensis, desprovistas de su cáscara, repeladas y crudas.

Procedencia: China.

LIBRE de soja, altramuces, leche, apio, mostaza, gluten, crustáceos, pescado, huevos y moluscos.

Puede contener trazas de frutos de cáscara, cacahuete,  sulfitos y sésamo.

El piñón es uno de los frutos secos más apreciados por su delicado sabor y su amplia versatilidad a la hora de usarlo en la cocina, destacando sus aplicaciones en repostería y dulcería. Los piñones son las semillas de los pinos y hay tres grandes variedades que se dedican a consumo alimentario: Pinus Pinea, en Europa y el norte de África;  Pinus Cembroides, en Méjico  y por último, la Pinus Koraiensis, en Asia. Este último, de sabor más fuerte y de punta coloreada parda, es el más económico para su utilización en cocina, siendo muy elevado el precio actual del piñón europeo en el mercado.

Al tratarse de un fruto seco, se puede consumir de diversas formas, ya sea crudo o tostado. Sus usos tradicionales van ligados a la preparación de dulces típicos en las zonas productoras, las ensaladas y los bulbos o como condimento para carnes y pescados. Muy famosa es su utilización en la salsa italiana Pesto, que se elabora con albahaca fresca, ajo, parmessano y piñones.

El elevado precio de este fruto seco responde a su recolección y extracción de los piñones de cada piña, un duro trabajo realizado hoy día manualmente y de producción neta muy escasa.  Cada pino piñonero produce un máximo de cuaro kilos de piñones al año. Cada piña tarda en madurar y producir piñones al menos tres años, por lo que este fruto seco nunca será barato.

Una de las particularidades de los piñones es que son uno de los frutos secos más ricos en proteinas, alcanzando un 24 % de éstas en su composición, porcentaje incluso mayor al de otros frutos secos como las nueces. También aporta una gran riqueza en ácidos grasos esenciales, entre los que destacan el omega 3 y el omega 6. Además aportan una proporción muy elevada de las llamadas grasas sanas. Estas propiedades hacen de su consumo algo muy interesante para personas sometidas a un alto desgaste físico y mental, aportando mucha energía.

Además de su uso como aditivo en la cocina, los piñones también se han utilizado para crear un vino muy especial, el que usaban los habitantes de Pompeya en la antigüedad, como ritual, en la fiesta dedicada a la castiza diosa Cibeles.

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