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Té negro Veroño, trozos de calabaza, jengibre, clavo, hojas de zarzamora, canela y gránulos de yogur. Variedad muy muy original y de entretiempo total. La calabaza da un sabor en infusión muy interesante, con un sorprendente toque afrutado, y realmente fresco, gracias al jengibre. Como contrapunto, el clavo y la canela aportan calor. Notas frescas, notas calientes. Un poco loco, como el clima en esto tiempos que corren. Merece la pena probarlo! Reposo: 4-5 minutos.
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Té negro Subidón, con cáscaras de cacao, trozos de chocolate, granos de café, crocanti de avellana y gránulos de yogur. No sabes como salir de la cama a tope de energía? Pues sin duda este es o será tu futuro té de desayuno favorito. Con un aroma penetrante y de sabor intenso a la vez que dulce, puedes lanzarte al ajetreo diario con entusiasmo gracias a la doble presencia de cafeína, por las hojas de té negro y por los granos de café. Y si estos estimulantes no fueran bastantes, añade el chocolate produciendo endorfinas y el yogur despertando tu metabolismo. Y para que no nos falte de nada, un toquecito de la avellana. Reposo: 4-5 minutos.
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Rooibos Café Olé, aromatizada con trocitos de chocolate, yogur, caramelo y granos de café tostados. Las nostálgicas del café, acaban de encontrar su infu perfecta. Por muchas razones en la vida, a veces tenemos que reducir el consumo de café a mínimos o incluso eliminarlo. Esta variedad da una infusión, dulce y acogedora, un tanto golosa y que sabe a café, pero con la mínima presencia de cafeína que le aportan los pocos granos que lleva cada paquetito. No contiene café en polvo, ni en trocitos, si se quiere reducir a cero su contenido en cafeína, solo hay que extraer los granos de café y beberse el resto. Es además perfecta para tomar con leche y no echar de menos ese sabor tan propio de nuestro desayuno.