-
También llamada hierba de los gatos, crece en los bosques, los márgenes de los ríos y herbazales húmedos. Se cree que deriva del latín valere, que significa estar bien o estar feliz. Se utiliza su raíz, recogida en otoño y secada en oscuridad. Su olor es desagradable y su sabor fuerte. Su infusión tiene propiedades calmantes y relajantes, ayudando a conciliar el sueño en estados de excitación nerviosa. Reposo: 5-6 minutos.
-
Infusión de rooibos sudafricano aromatizada con trozos de manzana asada y deshidratada, corteza de naranja, canela y clavo. De gusto ácido y con un toque especiado, su sabor evoca a un estupendo pastel de manzana alemán recién salido del horno. Reposo: 5 minutos.
-
Planta habitual en la cuenca mediterránea, en lugares secos y soleados. Es una arbusto perenne cuyo olor recuerda al alcanfor. Se cosecha en Julio. Se consumen sus flores. Se dice que las flores cosechadas por la mañana contienen más aceite esencial y son más aromáticas. Sus usos en cocina, son menos conocidos, pero muy recomendados; con un resultado aromético y evocador. Destaca su utilización en repostería, infusiones, bebidas, ensaladas, dulcería y coctelería, incluso en carnes y asados. Utilizar en pequeñas cantidades, para no enmascarar el resto de sabores.
-
Hojas y flores enteras del árbol del tilo. De efecto calmante y sedante suave.
-
Té Verde Chai, chino, con especias y un toque de menta. Jengibre, cardamomo, clavo, canela y pimienta negra; especias que reciben el nombre de especias calientes. Estimulan el organismo y aumentan el estado de vigilia. Muy apto para mezclar con miel. Este tipo de aromatización es de las más antiguas, se consume desde hace más de 4.000 años. Contiene muchos antioxidantes y se la considera cardioprotectora y anticancerigena. Digestiva y una gran ayudante para el mal aliento. Pasión por las especias, con poca teina. Reposo: 3 minutos.
-
Té negro Sueños de Invierno, con cáscara de naranja, flores de cártamo, flores de malva y aroma natural de almendras. Cualquier despensa de tés que se precie, debería tener un té negro con naranja. Este es uno de nuestros favoritos de siempre, décadas bebiéndolo, disfrutando la calidez de las flores y el sabor suave de las naranjas dulces. Perfecto a cualquier hora, eso sí, agarrando bien la taza humeante. Y si es con galletas al lado, preparadas para el chapuzón, mejor.
-
Mezcla de sal y especias para preparar una de las recetas más castizas y económicas de nuestra gastronomía, originaria de Castilla La Mancha. Este tradicional plato se suele preparar con trozos pequeños de pollo (2 o 3 por cada cuarto), pero también se pueden utilizar los muslos o las alitas. Mojar pan en esta salsa es uno de esos pequeños placeres de la vida que están al alcance de cualquier bolsillo.
-
Té rojo chino fermentado con certificado ecológico, Pu-erh, recolectado y elaborado en la región de Yunnan, envejecido durante al menos dos años, con hojas seleccionadas maduras de árboles mayores. Infusión de color rojo intenso y de sabor fuerte con toquecillo amargo. Con un contenido de teina un poco menor que el té negro, es el más depurativo de todos los tipos de té y el más apropiado para acompañar dietas de adelgazamiento, por sus propiedades desengrasantes. Es un estupendo regulador del colesterol y la diabetes. Reposo: 3 minutos.
-
Infusión de rooibos sudafricano aromatizada con trocitos de chocolate, cáscara de naranja y flores de azahar. Un clásico básico, de los más vendidos entre los aficionados a las infusiones sin teína. De sabor dulce y agradable, es una variedad perfecta para iniciarse en el mundo de las infusiones y la pueden tomar personas de todas las edades, embarazadas. Apta para veganos.