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Especial mezcla de hojas de té verde y té negro, con aceite de bergamota (cítrico cantonés), vainilla y flor de jazmín. Muy aromático y con toque floral. Esta variedad de té es una fusión entre el sabor del conocido Earl Grey, por la bergamota y el clásico té jazmín chino; pero tiene más matices y menos cafeína que el primero, por la mezcla con el té verde. Se prepara dándole el tiempo de infusión de un té verde.
Reposo: 2-3 minutos.
Té del Monje con bergamota jazmín y vainilla. Especial mezcla de hojas de té verde y té negro. Muy aromático y con toque floral. Fusión entre el sabor del conocido Earl Grey, por el aceite de bergamota (cítrico) y el clásico té jazmín chino. Tiene más matices y menos cafeína que el primero, por la mezcla con el té verde. Se prepara dándole el tiempo de infusión de un té verde.
El té (Camellia Sinensis) es una de las bebidas más antigüas y más consumidas del mundo. Sus orígenes se remontan al tercer milenio antes de Cristo, en China. Hasta hoy, su diversidad de variedades, cultivo, secado y recolección se ha ido perfeccionando con el paso de los siglos. Antiguamente se creía que el té era capaz de aliviar todos los males, las personas que lo consumían no enfermaban. El hecho de hervir el agua para prepararlo, eliminando los posibles microorganismos, era la clave de su buena salud.
El té negro se elabora en cinco pasos, una vez recolectado: marchitado, enrrollado, cribado, oxidación y desecación. La oxidación es la más importante. Las hojas se mantienen extendidas y a temperatura constante. Entonces se producen las reacciones químicas de la fermentación natural, sin bacterias añadidas, durante un tiempo variable. Posteriormente, se realiza la separación en grados.
El té verde se elabora en cuatro pasos: marchitado, enrrollado, cribado y desecación; sin someter a la hoja a la fase de oxidación. En China, las hojas recolectadas se meten en recipientes de hierro calientes o en hornos de calor seco. Esto provoca que las enzimas que oxidarían el té se vuelven inactivas y no se oxidan las hojas. En Japón, se realiza hirviendo las hojas en vapor, hecho que preserva los aromas vegetales del té.
El té verde tiene un contenido en cafeína muy bajo (por la falta de oxidación). Tiene efectos desengrasantes por lo que es un aliado en dietas de adelgazamiento. Las catequinas del té verde aumentan la temperatura corporal activando el metabolismo y favoreciendo el gasto energético. Es menos diurético que el té negro o el té rojo. Posee mayor cantidad de antioxidantes, por lo que se considera un alimento anticancerígeno. Contiene minerales, vitamina C y aminoácidos. Posee mucho calcio, es un protector hepático natural, es bueno para el aparato circulatorio, mejora las migrañas, reduce el colesterol. Tiene también la capacidad de mejorar la memoria y aumentar el número de espermatozoides. En usos externos, su infusión se ha utilizado para disimular las canas, aliviar conjuntivitis y otras inflamaciones oculares. Incluso como calmante para quemaduras.
El té negro es el que contiene más cafeína, liberada por el proceso de oxidación. Sus propiedades estimulantes y el aumento de la capacidad de vigilia son su punto fuerte. No produce la sobreexcitación nerviosa del café, gracias a su contenido en taninos. Estos ayudan a que nuestro cuerpo absorba la cafeína con mayor lentitud. Es diurético, disminuye el colesterol en sangre, mejorando la circulación y aumenta la tensión arterial. Posee antioxidantes y tiene propiedades hipoglucemiantes, por lo que consumo ayuda a personas con diabetes. Es muy astringente.
Para preparar este té del monje con bergamota jazmín y vainilla, calienta agua al fuego hasta que rompa a hervir. Vierte el agua en una taza e incorpora una cucharadita de postre (medida para tazas de 20cl.) del té. Deja reposar dos o tres minutos.
Se desaconseja el consumo de té a niños menores de doce años, personas con hipertensión, embarazadas y lactantes. A personas que padezcan insomnio y ansiedad, epilepsia y otras afecciones nerviosas, por la cafeína. En casos de anemia y personas con la sangre demasiado líquida, tener precaución. Esto es así porque los taninos inhiben la absorción de hierro y las catequinas presentes en el té son anticoagulantes. El té verde aumenta la producción de ácidos en el estómago. Se desaconseja su consumo a personas con afecciones relacionadas con la ácidez estomacal. Por los efectos astringentes del té negro, personas afectadas por estreñimiento tampoco deben consumirlo.
Conservar en envases herméticos, en lugar fresco, seco y alejado de la luz.
| Peso | N/D |
|---|---|
| Bolsa | 100gr., 50gr. |
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