Descripción
Hojas secas, limpias y sin oxidar, de la planta de té (Camellia Sinensis), cáscara de limón, trozos de jengibre y lemon grass.
Procedencia: China.
LIBRE de altramuces, apio, mostaza, sésamo, crustáceos, huevos, moluscos, anhídrido sulfuroso y sulfitos.
Puede contener trazas de leche, gluten, frutos de cáscara, cacahuetes y soja.
NOTAS: Los instrumentos para envasar nuestros productos a granel son lavados antes y después de cada servicio, pero las personas con una altisima hipersensibilidad deben tener cautela por posibles transferencias.
Este producto no procede de Organismo modificado genéticamente (OMG), no ha sido irradiado, no contiene parásitos, microorganismos indeseables, plaguicidas o sustancias tóxicas, descompuestas o extrañas que no se puedan reducir a un nivel aceptable mediante clasificación y/o elaboración normales.
TÉ VERDE JENGIBRE Y LIMÓN
Té verde Jengibre y Limón, con cáscara de limón, raíz de jengibre y lemon grass. Un clásico básico. Muy popular. Refrescante, cítrico, estimulante y especiado. Uno de los verdes aromatizados más consumidos y demandados por los aficionados al té. Frío, templado y caliente, dulce o solo, cualquier forma de prepararlo y tomarlo da buen resultado. Apto para veganas.
El Jengibre, además, es una de las plantas más antiguas en ser utilizada como remedio medicinal. Sus principios activos son muy valorados y diversos. Es antiinflamatorio, estimulante, una de las mejores plantas para las afecciones respiratorias, equilibra nuestra tensión, mejora y acelera el metabolismo y la digestión, es anticoagulante… Y encima, tiene un sabor picante que nos apasiona, por lo que es un ingrediente habitual en la cocina de cualquier chef que se precie.
La planta del té
El té (Camellia Sinensis) es una de las bebidas más antiguas y más consumidas del mundo. Sus orígenes se remontan al tercer milenio antes de Cristo, en China. Hasta hoy, su diversidad de variedades, cultivo, secado y recolección se ha ido perfeccionando con el paso de los siglos. Antiguamente se creía que el té era capaz de aliviar todos los males, las personas que lo consumían no enfermaban. El hecho de hervir el agua para prepararlo, eliminando los posibles microorganismos, era la clave de su buena salud.
El té verde se elabora en cuatro pasos: marchitado, enrollado, cribado y desecación; sin someter a la hoja a la fase de oxidación. En China, las hojas recolectadas se meten en recipientes de hierro calientes o en hornos de calor seco. Esto provoca que las enzimas que oxidarían el té se vuelven inactivas y no se oxidan las hojas. En Japón, se realiza hirviendo las hojas en vapor, hecho que preserva los aromas vegetales del té.
Propiedades del té verde
El té verde tiene un contenido en cafeína muy bajo (por la falta de oxidación). Tiene efectos desengrasantes por lo que es un aliado en dietas de adelgazamiento. Las catequinas del té verde aumentan la temperatura corporal activando el metabolismo y favoreciendo el gasto energético. Es menos diurético que el té negro o el té rojo. Posee mayor cantidad de antioxidantes, por lo que se considera un alimento anticancerigeno. Contiene minerales, vitamina C y aminoácidos. Posee mucho calcio, es un protector hepático natural, es bueno para el aparato circulatorio, mejora las migrañas, reduce el colesterol. Tiene también la capacidad de mejorar la memoria y aumentar el número de espermatozoides. En usos externos, su infusión se ha utilizado para disimular las canas, aliviar conjuntivitis y otras inflamaciones oculares. Incluso como calmante para quemaduras.
Preparación
Para preparar este té verde Jengibre y Limón, calienta agua al fuego hasta que rompa a hervir. Vierte el agua en una taza e incorpora una cucharadita de postre (medida para tazas de 20cl.) del té. Deja reposar tres o cuatro minutos.
Consejos de uso
Se desaconseja el consumo de té a niños menores de doce años, personas con hipertensión, embarazadas y lactantes. A personas que padezcan insomnio y ansiedad, epilepsia y otras afecciones nerviosas, por la cafeína. En casos de anemia y personas con la sangre demasiado líquida, tener precaución. Esto es así porque los taninos inhiben la absorción de hierro y las catequinas presentes en el té son anticoagulantes. El té verde aumenta la producción de ácidos en el estómago. Se desaconseja su consumo a personas con afecciones relacionadas con la acidez estomacal o gastritis.
Conservar en envases herméticos, en lugar fresco, seco y alejado de la luz.
TÉ VERDE JENGIBRE Y LIMÓN
Propiedades del té verde